Pappas, Sloukas, Papanikolau, Giankovits, Kaselakis y Sarikopoulos. Quédense con estos nombres porque se van a hartar de escucharlos. Son los campeones de Europa sub´20, los vigentes campeones de Europa Sub´18 y actuales subcampeones del mundo sub´19. Ahí es nada.
Desde la gran generación de 1995, con Rentzias, Dimitris Papanikolau y Kakiouzis, entre otros, Grecia no contaba con un equipo tan potente. Posiblemente, sólo los dioses que conquistaron el Olimpo en el Eurobasket de 1987 (mítico el quinteto Gallis, Yannakis, Christodoulou, Fassoulas y el complementario Ioannu) tuvieran un potencial mayor que una generación que en categorias inferiores, se puede equiparar a nuestros "Juniors de Oro".
Si hace 3 semanas, la sub´19 conseguía la plata mundial en Nueva Zelanda con un equipo en el que repetían los doce jugadores que habían ganado el europeo sub´18 el verano pasado, poniéndoselo muy difícil a la selección de Estados Unidos, dirigida por Jamie Dixon, el pasado domingo, Grecia repetía título europeo, derrotando a Francia en un magnífico partido.
Posiblemente el talento más destacado de esta generación sea el alero del Aris, Kostas Papanikolau, elegido MVP del Europeo, e integrante del quinteto de destacados en Auckland. Papanikolau es un alero polivalente, que puede jugar como alero o alapivot gracias a su enorme talento. Hace de todo, y casi todo lo hace bien. La baja de Sarikopoulos durante la mayor parte del Mundial le obligó a jugar como alapivot junto Kaselakis. Un atípico dúo interior para una selección acostumbrada a jugar con un techo como Sarikopoulos o el nuevo jugador de Panathinaikos, Georgios Bogris, que dío un excelente rendimiento como pivot titular de la sub20 que logró un nuevo título. Si algo caracteriza a Papanikolau es su carácter ganador. Un jugador capaz de meter un mate en la cara de un 2,15m o anotar 4 triples seguidos, si con éllo su equipo gana el partido. Durará poco en Europa, pero el tiempo que éste, no pasará desapercibido.
Nikos Pappas es el líder de la selección. Un combo-guard (base-escolta) que ha perdido un año en el filial del Real Madrid en la LEB Bronce, y que este año tampoco tendrá minutos en Bilbao Basket. Gran manejo de balón, mucho carácter y una carencia preocupante de seguridad en el tiros de tres puntos, quizás su talón de Aquiles. A pesar de todo, uno de los 5 mejores jugadores exteriores de Europa, menores de 20 años.
Sloukas es el complemento de Pappas en el juego exterior. Un base alto, estilo Pepe Sánchez, que dirige y cumple en defensa, y que prefiere postear a tirar de 3. Sloukas apareció en la final del Mundial, cuando Pappas estaba empeñado en ganar el partido él sólo, demostrando todo su carácter, y tirando de un equipo que parecía muerto. Su esfuerzo sirvió para que Grecia diera la vuelta al partido ante los americanos, pero no fue suficiente para ganar el oro mundial.
Las carencias de Pappas y Sloukas como tiradores exteriores las soluciona el balcánico de nacimiento Vlantimir Giankovits (realmente, Vladimir Jankovic). Un alero alto, estilo Milan Gurovic, que aporta puntos y rebotes en los momentos calientes del partido. Un gran complemento para la batería de hombres altos helena, y que apunta a cruzar el charco en 2-3 años si consigue progresar y alcanzar el nivel de otro balcánico, nacionalizado serbio: Pedja Stojakovic.
Sarikopoulos es el techo de esta generación. Un jugador similar a Jake Tskalidis (otro nacionalizado..) por su tamaño y por su fortaleza, que no pudo aportar mucho en el Mundial, y que ha visto como el un-año-mayor Bogris ocupaba su sitio como titular en el Europeo. Un jugador que si desarrolla su juego pies, es carne de NBA, sin duda.
He dejado para el final a mi verdadera debilidad, el alapivot Leonidas Kaselakis, al que Olympiacos y Panathinaikos se rifan. Kaselakis es el prototipo de jugador griego: carácter, dureza, competitividad. A pesar de su 1,98m, Kaselakis ha dominado a casi todos sus rivales con su juego polivalente: duro en la pintura, muy activo en defensa e inteligente en ataque. Con buena mano de media y larga distancia, Kaselakis se cansó de anotar tras palmeo en Nueva Zelanda, y eso que la baja de Sarikopoulos le dejó como pivot titular. En el Europeo, y jugando como alapivot junto a Bogris, Kaselakis hizo un buen torneo, siendo una de las piezas claves de su selección. Por su falta de altura, tendrá menos recorrido que sus compañeros de selección, a pesar de que su juego recuerde a una versión blanca de Charles Barkley. Pero llamándose Leónidas, cualquier cosa es posible...
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