
Dikembe Mutombo se ha convertido en historia de la NBA, tras lesionarse de gravedad en el segundo partido de la serie de primera ronda entre su equipo, los Houston Rockets, y Portland Trailblazers. A sus 42 años (declarados), el zaireño confirmó su retirada de manera oficial, después de que en una jugada fortuita, chocará con Greg Oden, provocándose una lesión que le impedirá acabar su carrera de la forma que merecía.
Mutombo, que fue seleccionado ocho veces para disputar el partido All Stars, y que fue elegido 4 veces como mejor defensor de la temporada, basó toda su carrera en su podería físico, y su capacidad de sacrificio. A pesar de los rumores sobre su edad (aparentemente, Mutombo podría ser mayor), el pivot africano se ha conservado en una forma física inmejorable, siendo esencial para todos y cada uno de sus equipos, que veían en él a un baluarte defensivo, una muralla difícil de superar, incluso para G.O.A.T. (Great Of All Times), más conocido para sus amigos como Michael Jeffrey Jordan. El pique entre el Dios del baloncesto y el zaireño duró años. Mutombo, que en sus primeras tempoaradas siempre realizaba un gesto con su dedo índice, indicando que "por ahí, no" tras por poner un tapón aun rival, se vanagloriaba de ser el único pivot al que Jordan no había machacado en la cara. MJ consiguió solventar la discusión en el año 1991, en un mate increible que acompaño de todo tipo de gestos y provocaciones. Jordan, el mayor provocador de la historia de la liga, había iniciado su "especial" relación con "Dike" en el año rookie del zaireño. En un partido en el McNichol´s Arena, Jordan le dedicó un tiro libre a Mutombo, tiro libre que tiro con los ojos cerrados, ante las cámaras y micrófonos de tv, que captaron el "Mutombo, this one´s for you, baby¡".
No sólo Jordan ha sido protagonista de situaciones y piques con Mutombo, el segundo en la lista de taponadores de la historia de la NBA. Sin duda, una de las imágenes más recordadas del zaireño se produjo en la histórica seria de primera ronda contra los Sonics de Seattle. El equipo de George Karl, al estilo del Real Madrid el año pasado, dominó la temporada regular, acabando primeros de toda la liga. Sus rivales, los Nuggets de Mutombo, Antonio McDyess y Abdul Rauf, un equipo joven que entrenaba el mítico Dan Issel. Los Sonics caerían en 5 partidos, una de las pocas veces que el primer equipo caería ante un octavo clasificado. Mutombo fue el bastión de Denver, anulando a Kemp en ataque con sus tapones, y creando demasiados problemas al siempre fluído ataque de los Sonics. Al final del partido, Mutmbom caería al suelo, con el balón en sus manos, gritando mientras celebraba uno de los grandes momentos de la historia reciente de
la NBA.
A pesar de no haber ganado un anillo, se despide uno de los grandes, un jugador comprometido con la pobreza y con el continente africano. Embajador de la Unicef, sus obras beneficas a través de sus fundaciones han llevado la esperanza al continente africano, tan necesitado de que su
propia gente no le dé la espalda.
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