viernes, 24 de abril de 2009

UNO DE LOS NUESTROS



Alberto Herreros pasó del Estudiantes al Real Madrid en la temporada 1996/97. El máximo anotador nacional de la historia de la ACB firmó por el mejor equipo de la historia del baloncesto europeo tras un largo y difícil proceso de negociación con el club colegial. Su salida, malentendida por la directiva del Ramiro, marcó sus primeros años en el Real Madrid.

Herreros tuvo que sufrir y padecer a la afición estudiantil y, especialmente, a la Demencia, en todos y cada uno de los derbis posteriores a su salida del club de la calle Serrano. La presión fue tal que el bueno de Alberto no consiguió rendir a su nivel, ni de lejos, hasta que el 15 de noviembre de 1998 se pudo quitar la espina, y de qué manera. Herreros, ya única estrella del equipo tras la salida de Dejan Bodiroga ese mismo verano, se marcó un partido memorable, anotando 33 puntos, con 5 triples, 3 rebotes y 3 asistencias.

Si memorable fue el partido del de Fuencarral, qué decir de su rival y ex-compañero Chandler Thompson. El americano protagonizó un pique memorable con Herreros, anotando 34 puntos, muchos de ellos desde 6,25m, donde no era un especialista.

Tras una igualada primera parte (41-41 al descanso), el partido se convirtió en una exhibición anotadora, con ambos escoltas rivalizando en acierto desde todas las posiciones. Mientras Thompson se encontró sólo, Herreros tuvo el apoyo de Alberto Angulo, Struelens, Tanoka y Bobby Martin, todos ellos por encima de los 10 puntos, y eso fue lo que, a la postre, le dió a victoria al Madrid, tras ganar el parcial de la segunda mitad por un increible 60-53.

Herreros consiguió quitarse, de esta manera, la espina que tenía contra su ex-equipo, e inició una gran carrera en el club blanco, que acabó con el triple que dió la liga en Vitoria.

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