viernes, 14 de agosto de 2009

DELFINO SE PONE A TIRO


Si Delfino fuera futbolista, sería uno de esos pocos elegidos que han nacido para jugar en el Real Madrid. Si no hubiera sido por esa lacra que Javier Imbroda fue para el club en el 2002, el argentino ya habría vestido de blanco hace mucho tiempo.

Delfino, como antes Ginobili, entró en Europa a través de Italia, cuando la LEGA era la segunda competición más importante del mundo y no el caos actual. Sergio Scariolo, quizás arrepentido por el tremendo error que cometió al descartar a Manu Ginobili para su TAU Cerámica, allá por 1998, decidió lanzarse a tumba abierta para poder cerrar a un jugador que tenía toda la pinta de ser un crack.

Scariolo cerró el contrato de Delfino, a expensas de indemnizar al Reggio Emilia, equipo con el que también tenía contrato en vigor. Al técnico bresciano no le dió tiempo de finalizar el fichaje al ser despedido tras despedir de mala manera a Alberto Herreros.

Llegó el entonces seleccionador nacional, el melillense Javier Imbroda, quién demostró ser una persona íntegra y de palabra. Íntegra, porque don Javier decidió rechazar a Delfino porque no le conocía. Ante la premura por resolver su situación contarctual, el agente decidió dar un plazo al Madrid para que contestarán si mantenían o no el contrato que habñia firmado Scariolo. Imbroda, ante el estupor de quién ésto escribe, lo rechazo porque no sabía quién era. Increible para uno de los entrenadores españoles y europeos de más prestigio. Además, demostró tener palabra: prometió hacer historia en el club, y a fé que la hizo: Imbroda dejó al sempiterno campeón español fuera de los playoffs por primera y única vez.

Delfino continuaría su andadura en la LEGA, ganando títulos y, sobre todo, euros hasta que la NBA se fijó en él y el argentino decidió probar suerte. Su prematura vuelta a Europa, al Khimki, el pasado verano, es una clara muestra de que Delfino nunca encontró su sitio en la meca del basket mundial.

Un contrato irrechazable le llevó a Moscú, dónde por fin pudo jugar con Scariolo, pero los problemas del club capitalino le han llevado a romper el contrato, quedando libre como ha anunciado en su web www.carlosdelfinobasket.com

Ahora, la doble M del Real Madrid (Messina-Maceiras) puede resolver un error que posiblemente iniciara la cuesta abajo del club madrileño 7 años atrás, cuesta abajo que contuvo Boza Maljkovic y cuya tendencia cambió Joan Plaza, aunque nadie le vaya a recordar por éllo. Desde luego, si Delfino acaba jugando de blanco, habrá sido porque nació para jugar en el Madrid... y en mayor medida, porque habrá bajado los 6 millones de euros que tenía como sueldo en Moscú.

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