miércoles, 19 de agosto de 2009

Reflexiones desde la arena (2): La crisis financiera quita las caretas a los propietarios NBA


Tony Parker, Gasol, Batum y Dirk Nowitzki son algunas de las estrellas europeas que han caído lesionados en el último mes, defendiendo los colores de sus respectivas selecciones nacionales. Salvo el catalán, al que la consecución de su primer anillo ha vuelto inmune a cualquier crítica de sus Lakers, el resto de grandes nombres del basket europeo han visto como sus otrora buenas relaciones con sus franquicias han desaparecido. En el caso de Batum, una pequeña lesion sufrida en el partido clave ante Italia le ha hecho volar rumbo a Portland para ser revisado por los médicos de los Blazers. No debe haber médicos en Europa..

La misma situación en el caso de Tony Parker, felizmente recuperado para disputar la final de la repesca del Eurobasket con su selección, al que el mosqueo por tener que regresar a Texas todavía le dura. Con tres anillos en sus manos, el que tu equipo no se fie de los médicos de tu selección y trate de impedir que juegues el que puede ser tu penúltimo Eurobasket, es algo aparentemente ilógico.

Si sangrante son los casos de los dos jugadores franceses, la palma se la lleva Nowitzski y los Dallas Mavericks. El alero germano ha visto como Mark Cuban, el jovial propietario de los Mavs le prohibe participar con Alemania, algo inaudito hasta el momento, puesto que el estelar triplista siempre había tenido libertad para acudir con su equipo ( del tema de las nacionalizaciones express de Shawn Bradley y Chris Kaman, mejor no hablar).

En el caso de Spurs y, sobre todo, de los Mavericks, la prohibición se produce en una temporada que se presume vital en la NBA, cuyo aspecto puede cambiar en el verano de 2010 merced al espectacular mercado de agentes libres. Los Mavericks arrancaran la temporada sabedores de que puede ser su último intento de lograr el anillo, tras reforzar el equipo hasta situarse al nivel de los Lakers en el Oeste. Que decir de los Spurs, que han dado la vuelta a una plantilla envejecida a fin de darle a Tim Duncan una nueva oportunidad de conseguir el quinto anillo.

A pesar del más que razonable planteamiento deportivo, creo que detrás de esta situación de intransigencia con las estrellas internacionales está la crisis económica internacional, que está dañando a las franquicias norteamericanas con especial dureza (viviendo del merchandising y del pay-per-view, la bajada del presupuesto familiar destinado al ocio afecta en especial a la NBA). Para que un jugador de una franquicia NBA esté a disposición de su selección, se debe formalizar un seguro que cubra cualquier posible lesión. Tras una temporada con más de 85 partidos, la posibilidad de que un jugador se lesione de mayor o menor gravedad en un periodo de concentración con su selección es algo más que probable si nos atenemos a los últimos 3-4 veranos. Las aseguradoras lo saben, subiendo la prima de riesgo de los seguros, siendo más caros para los jugadores y las federaciones, pero también para los propios equipos que aunque no deben afrontar el pago de las primas en verano, si ven como los seguros que cubren a sus estrellas internacionales durante la temporada aumentan considerablemente si sufren lesiones con cierta frecuencia o, como en el caso de nuestros Jose Calderón, Jorge Garbajosa o Pau Gasol, si fuerzan la recuperación de una lesión importante para jugar con nuestra selección.

Este conflicto de intereses se produce, de momento, coincidiendo con la disputa de torneos continentales. Parece que las franquicias NBA entienden que sus estrellas deben dejarse ver en Mundiales y , sobre todo, JJ.OO., pero la situación parece que irá a peor a medio plazo. Si no, sólo hay que echar un vistazo a la lista de jugadores que sin aparente prohibición de su equipo, han decidido no acudir a la cita este verano (Calderón, M.Pietrus, Turkoglu, Deng, Gordon.....) para darse cuenta de que para el basket europeo, estar en manos de la NBA no va a ser un buen negocio.

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