Serbia y Eslovenia se disputaran una plaza para la final en la repetición de su duelo de la primera fase. Los eslovenos parten con una leve ventaja, al haberse impuesto a sus vecinos con cierta claridad en el partido correspondiente a la segunda jornada del torneo.
La clave del éxito esloveno ha sido superar su tradicional falta de dureza, tanto defensiva como mental. El equipo de Zdovc ha demostrado ser capaz de ganar partidos de gran anotación (como siempre) y también ganar partidos trabados, con marcadores bajos.
Erazem Lorbek se ha convertido en el jugador más importante del equipo por su facilidad anotadora y por su inteligencia en pista, asumiendo el papel que le correspondía al capitán Smodis. Nachbar y Lakovic han anotado con consistencia durante todo el torneo, mientras jugadores como Domen Lorbek, Uros Slokar, Primoz Brezec y Jurica Golemac están aportando desde su rol secundario. Todo un veterano, como el alero Goran Jagodnik está asumiendo un papel muy importante ante la ausencia de un relevo de garantías para Nachbar, jugando en la posición de alero alto que tantos problemas está causando a sus rivales
Enfrente, la selección más joven del torneo, Serbia, con el "tri-campeón" europeo, Dusan Ivkovic, en el banquillo. Curiosidades de la vida, el veterano técnico, que había ganado todos los partidos que había jugado en las tres ediciones en las que entrenó a la desaparecida selección de Yugoslavia, perdió su imbatibilidad ante su discípulo Zdovc, en el duelo de la primera fase.
Ivkovic es el responsable de un talentoso equipo en el que sólo falta un killer en el perímetro para ser imparable. Con Teodosic como base, el rol de Tepic y Tripkovic se antoja decisivo para calibrar las posibilidades de un equipo que cuenta con un juego interior de primer nivel. El campeonato de Krstic, Velickovic, Perovic, Raduljca y Macvan está siendo para enmarcar. La aportación de los jóvenes Markovic, Paunic y Bjelica está siendo increible, consolidando un bloque en el que el ex Unicaja, Bojan Popovic, apenas cuenta con minutos.
El partido se muestra demasiado igualado como para pronosticarlo. Eslovenia siempre ha sido un equipo que se ha quedado a las puertas del éxito, mientras Serbia no se ha recuperado de aquel oro que los árbitros le regalaron en Indianapolis en 2002. Por experiencia, Eslovenia parte con ventaja. Por talento y por corazón, ojalá gane Serbia
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