domingo, 20 de septiembre de 2009

LLEGO LA HORA DE LA GRAN FINAL

Esta noche, España tiene la oportunidad de sacarse una espina que llega clavada desde el año 1935. La selección nacional jugará su sexta final del torneo continental, buscando romper la nefasta racha de 5 derrotas en 5 partidos por el oro.  

Letonia fue nuestro primer verdugo en 1935, en un torneo organizado en Ginebra. Tuvieron que pasar 38 años para el equipo nacional volviera a disputar el oro, en el Eurobasket organizado en Barcelona. Era 1973, y España afrontaba el relevo generacional, obligado por las retiradas, obligadas por la ley de los 37 años, de Emiliano y Nino Buscató. Aquel equipo mezclaba veteranía y juventud, con jugadores consagrados como Wayne Brabender, Clifford Luyk, Vicente Ramos, Enrique Margall y los hermanos Sagi-Vela, junto a jóvenes que disputaban su primer campeonato, como Carmelo Cabrera, Rafa Rullán, Flores, Estrada y Luis Miguel Santillana. Aquella selección, dirigida por Antonio Díaz Miguel, inició el campeonato ante la selección yugoslava de Kicanovic, Slavnic, Jelovac, Cosic, Trdic y Dalipagic. Una de las mejores selecciones de la historia. El torneo marcó un antes y un después en el baloncesto español. La selección ganó el partido decisivo a la selección italiana de Meneghin y Marzorati, metiendo en semifinales, donde aguarda la seleccion de la Unión Soviética, campeona olímpica un año antes en el partido más polémico de la historia, en los JJOO de Munich. Poco puedo decir del partido, quizás uno de los 5 mejores que jugó la selección jamás. Gracias a Paco Torres, director de la revista "Gigantes del Basket", me he dado el gustazo de comentarlo junto a él y a mi amigo Rafa Rullán, en un DVD que acompañaba al número especial previo al Eurobasket´09. La final, como el partido inaugural, tuvieron poca historia ante la apabullante superioridad plavi. Quién no haya podido ver en acción a Kresimir Cosic (d.e.p.), que no se pierda cualquiera de los dos partidos. 

Pasaron 10 años más hasta que España volvió a pelear por el cetro europeo. Fue en Nantes, en un torneo en el que Epi nos dió el pase a la final con una canasta increible ante la URSS de Sabonis y Eremin. Pero tras el esfuerzo de ganar al favorito, España se desinfló en la final ante un rival más asequible y más aguerrido como la selección italiana. 

Volvimos a jugar la final en 1999. España jugó un campeonato irregular, similar a la primera fase del de Polonia. Francia, por primera vez en la historia, nos hecho una mano, ganando un partido clave sin jugarse nada, cuando Eslovenia nos tenía fuera del torneo. Le devolvimos el favor a los gabachos eliminándoles en semifinales. Antes, Iñaki de Miguel jugó el mejor partido de su carrera, anulando a Sabonis en el partido de cuartos ante Lituania. 

La final, de nuevo ante Italia, y de nuevo, no estuvimos a la altura. Otro Meneghin, Andrea, Basile , Myers y Fucka fueron demasiado para un equipo que llegó a la final con el estómago demasiado lleno. 

Tras el atraco en el Eurobasket de Estambul ante Turquía, España volvería a tocar el cielo en Suecia 2003. La Lituania de Macijauskas y Jasikevicius nos ganó con claridad, a pesar de los 36 puntos de un "demasiado-sólo" Pau Gasol. 

Si duro fue lo de Suecia, qué decir del Eurobasket de Madrid. Los campeones del Mundo quería ganar el título que les faltaba y podrían haberlo hecho sin las toneladas de presión que tuvieron que aguantar desde el primer día de concentración. 

Tras dominar el torneo, España se jugó el oro en casa, ante la Rusia de Kirilenko y Holden, que acabaría conviertiéndose en verdugo español con su magnífico partido.  El tiro final del Pau es uno de los recuerdos más amargos de la historia del deporte español. 

Ahora, tras un campeonato irregular, España llega a la final con la vitola de favorito. El rival, la Serbia de Dusan Ivkovic, que ha ganado el oro en los tres torneos que ha disputado (1989-1991-1995), y que no había perdido ningún partido hasta caer ante Eslovenia en la segunda jornada del torneo. 

Serbia derrotó a España en la jornada inaugural y la experiencia en carne propia nos dice que cuando pierdes antes un rival en el torneo, al final te acabas tomando la revancha (el ejemplo de Rusia en 2007 es un claro ejemplo). Los serbios llegan a la final tras tomarse venganza de la derrota ante Eslovenia en la primera fase, en un partido increible que necesito una prórroga. Mientras, España ha barrrido a dos de los favoritos, Francia y Grecia, recuperando sensaciones perdidas desde el Mundobasket de Japón.


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